domingo, 6 de septiembre de 2015

Sobre Will y la amistad


He hablado mucho sobre Crowley y la mayoría de vosotros sabe cuales han sido, más o menos, mis fuentes de inspiración para él. Sin embargo no me he extendido tanto sobre Will, tal vez porque no existe ninguna figura clara que me haya traído la inspiración para él. Will surgió, básicamente, de una idea, de un concepto de amistad que tengo muy arraigado en mi subconsciente. Crowley necesitaba un contrapunto, cuando lo cree era muy consciente de toda su oscuridad, poco a poco comencé a descubrir sus luces al ir desarrollando la historia, pero parte de esa cara luminosa del personaje está vinculada profundamente con Will. Crowley se nos presenta como un tipo más bien solitario, que se guarda sus pensamientos más profundos y su verdadero yo para un entorno íntimo en el que solo él parece existir hasta que Alexandra se cuela como una apisonadora en su vida. Es imposible romper sus máscaras e ir más allá de todo el espectáculo con el que se muestra, como si ese fuera su escudo… y por eso necesitaba a Will. La amistad, el amor más puro, más leal, capaz de superarlo todo. 




Él es una pieza clave en la vida de nuestro protagonista, como una soga fuerte que le ha mantenido a flote en los peores momentos y le ha recordado quién es y lo fuerte que es. Porque eso hacen los verdaderos amigos ante la adversidad, y ante el dolor que proyectamos, a veces sin darnos cuenta, cuando estamos pasando por una mala situación. Ellos ríen contigo, y cuando lloras y te desesperas, cuando crees que estás solo y que ya no te quedan fuerzas, aparecen y se sientan a tu lado, te llaman por tu nombre, conocen tus demonios y no les temen y su presencia parece darnos fuerza para espantarlos. Will conoce la peor cara de Crowley, e incluso se ha frustrado muchas veces al saber que su amigo caminaba de frente buscando su propia destrucción, y siempre se ha mantenido leal a él, no le juzga, es paciente y dadivoso y camina a su lado para ayudarle a salir de las más oscuras situaciones. 


Will es ese paradigma que mis amigos me han inculcado en el corazón, siendo como son, estando junto a mí, dándome mi espacio cuando lo necesitaba, y dándome un bofetón (figurativo) cuando necesitaba despertar a una realidad que no quería aceptar. No es perfecto, porque ninguno de nosotros lo somos, pero construye día a día algo perfecto en su imperfección, a veces es fácil, a veces requiere esfuerzo, pero el amor nunca se rinde, y este es el amor más elevado que puede existir, el que ama sin la imposición de la sangre, del instinto o de una necesidad compulsiva. 



La mayoría de las veces escucho música para inspirarme y sentarme a escribir, Will también surgió a través de la música, y esta es el vínculo a través del que se forjó su amistad con Crowley, ambos, en su proyecto en conjunto, usan un lenguaje mucho más honesto e intimista del que pueda usar Crowley en Masters of Darkness, la música de Thelema es sensible, a veces cruda, y es una puerta hacia el interior de ambos… si se sabe ver más allá de la apariencia. Esta canción de Before the Dawn es uno de mis grandes referentes para la música que hacen en conjunto, y la letra podría hablar de ellos… ¿de qué momento de sus vidas? Bueno, eso queda sujeto a la interpretación, pero si habéis leído Incontrolable seguro que podéis imaginaros algo. 


Una vez que he matado a mis monstruos
mis pensamientos pueden descansar esta noche.
Lo que parecía estar mal, está bien,
una vez que he matado a mis monstruos.

En mi habitación podemos esconder todo esto.

martes, 14 de julio de 2015

¡Bienvenidos!

Bienvenidos a mi morada. Entrad libremente, por vuestra propia voluntad, y dejad parte de la felicidad que traéis.

Por fin me he decidido a crear un espacio propio desde el que contaros cosas que tal vez no os importen un pimiento. Cuando comencé con esto pensé que a poca gente podrían importarle las locuras que se me ocurrían, desde hace muchos años todas esas locuras se han quedado en cajones olvidados: en mi adolescencia muchas acabaron en la basura tras las temidas limpiezas generales de mamá, la pobre mujer tampoco sabía lo que había entre todos esos papelajos y basuras varias. Tampoco yo le daba la mínima importancia, siempre he escrito para entretenerme y muchas veces he olvidado lo escrito al pasar a otra cosa, así que tengo un montón de personajes perdidos en el limbo, odiándome y ansiando que los rescate para alguna historia que por un momento les dé la vida que desean. ¿Y quién sabe? Esa posibilidad de una nueva vida se la habéis dado vosotros, mis lectores.

Aunque la culpa de todo la tiene Sophie West. A ella le enseñé uno de mis manuscritos con la inocente intención de una amiga que quiere mostrarle un secreto a otra, casi como una quinceañera contándole su primera vez a una compañera. Su reacción me sorprendió, ella es escritora y es alguien a quien yo admiro profundamente así que esperaba una crítica dura y lejos de eso comenzó a animarme a escribir. A partir de este punto todo han sido sorpresas, Sophie me ofreció entrar en DirtyBooks y fue como en El Padrino: una oferta que no pude rechazar. ¿Después de todo qué podía perder? Iba a escribir como había hecho siempre, pero se lo iba a mostrar a la gente y a probar suerte en ese mundillo de Amazon, que al principio me imponía un poco, como mucho la gente pasaría de mí y de mis historias y todo quedaría en un experimento divertidísimo.

Pero ¡oh, sorpresa!, resulta que a la gente no solo le interesan mis historias si no que ha hecho que mis escritos no abandonen los primeros 20 puestos del top 100 de una lista muy reñida de Amazon como lo es la de ficción erótica. Incluso una madrugada observé desconcertada y maravillada que Irresistible estaba en el número uno. ¡El número uno! Fueron quince minutos de gloria, pero un síntoma de que sin duda algo de lo que yo decía, algo de lo que plasmo en mis historias os llega, aunque sea para evadiros de las asperezas de la vida, para aliviar vuestro cansancio tras un día agotador, para estimular vuestra imaginación… muchas (y disculpad que excluya en esto a los chicos, es que solo han sido chicas las que me han hecho este comentario) me habéis dicho que voláis con estas historias, que os inspira Alexandra, y eso a mí me llena de una satisfacción inesperada. Quería que ella se alejase de los estereotipos de la novela erótica actual, de la mosquita muerta que no sabe nada, de la mujer que se deja pisotear por tal de que el hombre al que ama no se vaya, quería que fuera una mujer fuerte que no se avergüenza de sí misma, con sus problemas y sus heridas, eso sí, pero con voluntad para seguir siempre adelante y con una dignidad que se ha endurecido a lo largo de los años y las vivencias. Si para vosotras es una inspiración, eso para mí es un triunfo, mayor que cualquier número uno en cualquier lista.

Al fin y al cabo ella es uno de esos personajes que estaban esperando en el limbo, y tenía tantas ganas de salir que lo hizo por la puerta grande, haciéndola añicos, así como Crowley, Will y la dulce Victoria. Todos tenían algo que contar y estaban deseando no solo la pluma que les diera vida, sino las mentes que asomándose a su mundo les dan vidas reales, les dan voz y les invitan a formar parte de su día a día, de su imaginación y de su inspiración para seguir adelante.

He comenzado este blog para volcar en él estas reflexiones, hablaros de mis amigos imaginarios (mis personajes), analizarlos y compartir con vosotros todo lo que ellos me quieran contar. Crowley estará conmigo en esta aventura, él no sabe quedarse a parte y no meterse en todo lo que hago, así que será mi colaborador en esta aventura bloguera en la que os contaremos cosas nuevas sobre los personajes, las novedades y todo lo que se nos ocurra y se os ocurra, porque aceptamos sugerencias. También comienzo esto pensando que a poca gente le interesará lo que tenga que decir, sin demasiadas pretensiones ni expectativas, pero con ganas de compartir con quien quiera leerme, así que dejo en manos de la providencia en qué pueda acabar esto.


Si has llegado hasta aquí, te mereces un premio. Espero que te quedes conmigo y, como dijo Drácula, dejes algo de la felicidad que traes. 

Gracias por todo y bienvenidos.